No Tan Blanca Navidad

Para la cena de navidad, normalmente la pasamos en familia, hacemos de cenar en casa, pavo con mermelada de cranberry y gravy, ensalada y puré de papa, acompañado de un buen vino, y para pasar la noche siempre jugamos algo. La verdad no hay como pasar una “blanca navidad”, en todo aspecto de la palabra, tal vez es porque hace tiempo que no paso una navidad que no lo sea, como sea Vail tiene un lugar muy importante en mi corazón, pues ha compartido momentos conmigo que jamás olvidaré. Como todo lo que empieza, también tiene que terminar, se acaban las vacaciones en este paraíso blanco y frío pero comienza la segunda parte del viaje, en un lugar un poco más caliente. Y si, que bueno es regresar a casa, en estas épocas le llamo “el otro lado de la moneda” pasamos de estar a menos quince grados centígrados, a estar a 30, bienvenidos a Cancún. Tan pronto llegas se siente un golpe de calor del cual cualquiera podría desmayarse con todas las capas de ropa que traes por venir de donde vienes. Pero en el momento en el que te instalas y puedes ponerte un traje de baño y darte un chapuzón todo lo vale. 

Para mi estar en Cancún es una gozadera, y es que he comprobado que es cierto, nunca valoras las cosas tanto como cuando las pierdes. Yo, que ahora vivo en la caótica Ciudad de México, con los clímas disparates, el excesivo tráfico y la repugnante contaminación cuento los días para regresar al paraíso que me vio crecer. Despertarme a la hora que quiera, sabiendo que siempre voy a tener el desayuno listo, agarrar toalla, bronceador, lentes y un buen libro y postrarme en un camastro como lagartija puede ser lo que más me gusta hacer. Tengo una maestría en aguantar horas abajo del sol y un doctorado en acabar como camarón cada vez que lo hago, pero es que no me puedo resistir. Seguido de esto, probablemente comería en mi casa (no es por que sea la mía, pero no existe lugar en la faz de la tierra en el que se coma mejor) o probablemente si me quieres encontrar el Hanaichi sería la opción. A estas alturas te habrás dado cuenta que la comida japonesa es mi elección siempre, sobre todas las cosas. El hanaichi es un lugar que se ha vuelto famoso con los años. Está ubicado en el centro de la Zona Hotelera o bien en el Bulevar Kukulkán, que quiere decir serpiente en maya. El lugar no es nada elegante, es más, podría decir que es horrible, pero, yo soy de la idea, que si la comida es buena, el lugar es lo de menos. Yo creo que justamente por esto los dueños del lugar no se han interesado en invertirle ni medio peso a su local. Hanaichi es definitivamente el favorito de todo aquel que lo conoce, se ha echo de gran fama incluso en la gente extranjera. La especialidad de la casa son los rollos, los sashimis, y los experimentos que hace el chef Pablo con las piezas de pescado. El pescado es completamente fresco, del mismo día. Dentro de mis platillos favoritos están la ensalada “Labná” que consta de una serie de mariscos (pulpo, pescado, camarón y atún) partidos en pequeños trozos, aguacate, tiras de pepino y una saliste picante; realmente una delicia. Si es tu primera vez yo te recomiendo pedir el rollo “Copán” está envuelto en pepino y tiene camarón empanzado y una salsa spicy arriba. Para los de boca grande recomiendo el rollo “Cash”, el rollo “Paola” y el rollo “Cancún”, estos son buena opción para compartir. Para a los que les gusta probar cosas nuevas y desconocidas, pídanle al mesero un rollo especial o un niguiri especial, el chef hará maravillas para impresionarte y dejarte con la boca abierta. Es un restaurante no muy barato, pero créeme que vale cada centavo. Otras opciones para comer podrían ser “Los Aguachiles”, “Marbella” y “Hiromi”.

¿Qué sería Cancún sin la famosa vida nocturna? para cenar, hay muchos lugares ambientados y de excelente cocina que te puedo recomendar. Para algo íntimo y romántico no dudes en ir al Thai o Elefanta, ambos restaurantes vecinos ubicados en plaza la Isla. El Thai consta de una amplia cocina tailandesa y Elefanta es cocina indú, que aunque es comida un poco pesada por los condimentos, es verdaderamente exquisita. Otras muy buenas opciones si buscas algo de ambiente podrían ser el Tora, Rosa Negra, Harry’s y Porfirio’s. Este ultimo no soy fanática de su cocina, pero si es un lugar bastante ambientado ideal para tomar unos tragos con tus amigos y pasarla “BOMBA”. Para los antros y discotecas hay una amplia variedad, yo recomendaría que te dieras una vuelta por el famoso
“party center” de Cancún, y echaras un vistazo.